12 de marzo de 2014

Si quieres vender, aprende a conocer al cliente

Todos vendemos algo, desde una idea hasta un producto. El ser humano es un negociador en potencia desde que adquiere la capacidad de comunicarse. La experiencia nos ayuda a convertirnos en grandes vendedores.

Muchas veces asociamos el término “vender” como algo estrictamente vinculado al comercio, y olvidamos que incluso para convivir en armonía con la familia, o lograr que alguien nos haga un favor, necesitamos hacer uso de la negociación, para vender hay que persuadir. Con el tiempo vamos comprendiendo que hay formas muy efectivas de hacerlo, sin necesidad de caer en comportamientos que lejos de influir, terminan generando rechazo.

Pero no basta con querer “vender” algo y esperar obtener un resultado positivo, es preciso descubrir ciertos elementos que facilitarán el proceso de venta: Conectar.

Cuando conectamos con alguien, se nos abren muchas posibilidades de ganar su confianza y captar el interés que estamos buscando para abordar otros asuntos.  




La importancia de conocer al cliente
 para concretar la venta


Hay ventas que no necesitan de gran esfuerzo porque los clientes acuden solos al lugar que consideran indicado, que posee el producto en cuestión o porque están de paseo, vieron la tienda o el producto, y simplemente se acordaron y compraron.

Pero no todas las ventas son así. Algunas requieren de ofrecer el servicio de una forma más directa, y para eso, es preciso un previo estudio de mercado y conocer muy bien al cliente que deseamos “captar”. No olvidemos que el cliente es la prioridad en el negocio, por eso es importante conocer muy bien al cliente, es definitivamente un factor determinante para concretar la venta.

Si nos enfocamos en conocer bien a nuestros clientes, lograremos saber exactamente qué ofrecer y así facilitar la compra. Conectar con el cliente, nos permite avanzar sin parecer molestos ni ser rechazados antes de intentar negociar.




La información clara y concisa es una de las cosas más respetables de este mundo, y si queremos avanzar en una venta, si deseamos ganarla, debemos enfocarnos en obtener dicha información de la manera más simpática posible, ¿y qué mejor forma de hacerlo que conversando con el cliente de temas tan agradables como la música, el cine, el deporte o la familia?

¿A cuántos  no nos pareció más agradable una persona luego de descubrir que tenían intereses similares a los nuestros, o que podíamos hablar de un tema en particular y disfrutar de la charla?

Los clientes son diferentes porque evidentemente cada persona lo es, por eso no podemos pretender hablar de lo mismo, nuestro trabajo es conectar, y para eso debemos identificar cómo podemos hacerlo. El mundo es amplio, y no nos interesan las mismas cosas, pero ciertamente todos tenemos una pasión, es fundamental descubrir la pasión de nuestro cliente, y aprovecharla al máximo.

Hay muchas alternativas, lo que debemos tener a la mano es una sonrisa, la disposición de ser personas que atraigan por su calidez, y demostrar que nos importa algo más que únicamente vender. Los clientes necesitan facilitadores de compra, no intensos que sólo quieran venderles cualquier cantidad de productos que existen en el mercado, por eso más que vendedores, debemos convertirnos en aliados de nuestros clientes potenciales.

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