2 de junio de 2013

Sencillas pautas de planificación para ser más productivos

   
  


   La productividad es un tema que está de moda, y no en vano todo el mundo habla de eso. Es lógico que las personas deseen organizar mejor su vida, sus herramientas de trabajo y todo cuanto sea necesario. Comprendimos que estando organizados, nos desempeñamos mejor. 

     No es mala idea ser personas organizadas, pero el asunto no termina ahí. No basta con pasar horas planificando nuestras actividades y dejando en orden los recursos que utilizaremos para ello, es preciso actuar. Si nos toma más tiempo planificar que ejecutar, seguramente no lo estamos haciendo bien. Si una tarea nos lleva menos de tres minutos, no hacemos nada planificándola ni pensando en postergarla, lo único que podemos hacer es actuar, inmediatamente.


No necesitamos un día con más horas


    Todos estamos inmersos en múltiples actividades, sin importar nuestra ocupación: estudiante, profesional, ama de casa, comerciante… No escapamos de al menos tres tareas diarias y algún proyecto en mente. Es usual encontrar a alguien que asegure que no le alcanza el tiempo para realizar todo lo que tiene pendiente, y no es cuestión de falta de tiempo, sino de aprender a planificarnos para hacer mejor uso de él. 



    “La gestión personal es un verdadero desafío y hoy en día es muy habitual pensar que «no nos llegan las horas del día» y que realmente necesitaríamos un día de 25 horas”. Necesitamos aprender a ser productivos. Si realmente deseamos mejorar nuestro nivel de productividad, es importante minimizar esas cosas que nos impiden serlo.


Lo que nos impide ser productivos


La procastinación
Dedicar más tiempo a nuestros equipos tecnológicos y abandonar las tareas que realmente importan.
Dejar para mañana lo que podemos hacer hoy
No preparar las cosas con anticipación.
No organizar los documentos, ropa o materiales que utilizaremos, lo que nos hace perder tiempo y genera tensión.
Permitir que los demás manejen nuestro tiempo.
Descansar más de lo necesario, disponiendo del tiempo que deberíamos emplear en realizar nuestras labores.
No disponer de horarios para desempeñar nuestras actividades.
No saber distinguir entre lo “importante” y lo “urgente”.
No elaborar una ruta o plan de trabajo que facilite el desempeño de las actividades.



     En una siguiente entrada, te daremos algunas recomendaciones para ser más productivo, sólo es cuestión de ponerle ganas.