26 de noviembre de 2008

"La felicidad"


El ser humano por regla general vive en una constante lucha y una fuerte guerra en contra del mundo, por el deseo de alcanzar su más preciado anhelo el éxito y la felicidad.
Pero debemos preguntarnos de qué se trata este término tan aspirado por todos. ¿Qué es La Felicidad?

Se es feliz cuando se tiene deseo de adquirir una superación personal.
Para alcanzar la felicidad muchos recurrimos a medidas extremas, incluso hay quienes son capaces de pasar por encima de otras personas para conseguir lo que desean. Pero es justo ahí cuando comienza el problema, cuando no nos conformamos con el éxito que tenemos, con las cosas buenas que nos ofrece la vida y con lo maravilloso que es poder compartir al lado de las personas que nos acompañan constantemente, sino que por el contrario deseamos mucho más de lo que tenemos y nos sentimos desdichados cuando no podemos obtener lo que queremos.

Muchos optan por decir que la felicidad no es perenne, que llega pocas veces y que dura poco tiempo, por tal motivo tratan de disfrutarla al máximo porque no se sabe hasta cuando pueden contar con su presencia.
Otros por el contrario tienen una actitud menos positiva y afirman que la vida no es más que transitar por un largo y oscuro camino lleno de sufrimientos y decepciones.

Yo por mi parte, formo parte del tan numeroso grupo de personas que constantemente piensan en alcanzar la felicidad.
Yo al igual que muchos otros, siento la necesidad de superarme cada día más y de hacer realidad mis más preciados sueños.
Pero se muy bien que para conseguir lo que quiero no estoy en condiciones de dormirme en los laureles, ni mucho menos de desfallecer cuando las cosas no resulten como las tenía pensadas.
Al contrario, es mi deber seguir adelante, continuar luchando por lo que deseo, por lo que sé que merezco.

Pienso que hay algo de cierto en eso que dicen de que la felicidad no es duradera, no es completa y mucho menos es para toda la vida. Creo que esta teoría es del todo lógica y esto me lleva a hacerme otra pregunta, ¿Qué sería del mundo si en la vida todo fuese alegría y felicidad?

A mi parecer, vivir dentro de un mundo donde cada vez abunda más la tristeza y las decepciones, después de todo no puede ser tan malo, puesto que debido a eso desengaños, es que procuramos superarnos y hacemos hasta lo imposible para salir adelante.

Así que pienso que sin estas adversidades no tendríamos por qué luchar, sino que viviríamos en un constante aburrimiento, ya que todo sería perfecto y no trataríamos de encontrar la manera de avanzar cada día más; sino que nos conformaríamos con lo que ya tenemos, o peor aún, careceríamos de todo adelanto y valoraríamos aún más las cosas materiales que la enseñanza, que nos brinda la vida luego de un largo transitar.

Tampoco debemos olvidar que la felicidad no sólo consta de logros superficiales, sino que también se trata de disfrutar cada día más de la oportunidad que nos ofrece la vida con el simple hecho de la existencia y de poder contemplar la belleza de lo natural.

Por tal motivo, afirmo con extrema certeza, que podremos alcanzar la verdadera felicidad cuando logremos aceptarnos unos a los otros y principalmente cuando aprendamos a vivir con nosotros mismos, cuando descubramos que la vida es un largo camino, por supuesto; pero lleno de enseñanzas que si son encontradas y puestas en práctica, obtendremos de una vez por todas la sabiduría y lo necesario para vivir...




“La Felicidad es indudablemente la meta que todos aspiramos
alcanzar y el éxito es su mayor recompensa”

Mientras posteaba, sonando: "Asignatura Pendiente" - Ricardo Arjona

20 de noviembre de 2008

"Eterna juventud"

¿Alguna vez has deseado detener el tiempo y permanecer siempre joven, vigoroso y lleno de energías e infinidades de ocurrencias un tanto inmaduras, pero acorde con el momento que estás viviendo?
Pues yo sí… Lo he pensado cientas de veces…
Y para qué mentir, claro que me encataría ser eternamente joven…

La verdad es que la juventud es un momento genial pero fugaz, esta etapa de nuestras vidas es divertida y ocurrente, es voluble y especial puesto que sólo se vive una vez; pero mientras existe, por muy problemática que pueda resultar a veces, no quisiéramos desprendernos de ella.

Cuando somos niños deseamos crecer rápido y convertirnos en adultos, personas experimentadas; pero todos sabemos que cuando estamos cerca de esa edad, ya no nos gusta tanto…

No sé que le sucede a la población actual que tiene la tendencia de pensar que la palabra adulto implica únicamente responsabilidades. Claro, es cierto que maduramos y ya no pensamos igual que en la juventud y que eso implica tomar ciertas decisiones como seres adultos que somos, lo cual muchas veces hace parecer que se es aburrido.

Pero esto no es del todo cierto, puesto que por muy maduritos que seamos, no quiere decir que no podamos divertirnos y disfrutar de la vida de manera especial; al contrario, el hecho de ser mayores nos ofrece ciertas ventajas en algunas cosas.

El problema está en verse al espejo y darse cuenta que ya no luces tan fresco y apuesto como hace algunos años y que no tienes la misma resistencia y vitalidad de años atrás. Pero si nos ponemos a ver, esta preocupación está relacionada más con el aspecto físico, con lo externo y ciertas responsabilidades que tal vez, no queremos llevar a cuestas.

Pensándolo bien; crecer, madurar y hasta envejecer, después de todo no puede ser tan malo; ya que si nos ponemos a ver y observamos con detallado detenimiento, el tener uno que otro año encima y cierta canita de más, sólo refleja que se ha vivido lo suficiente, como para saber lo que es conveniente y que se ha experimentado tanto como para sentirse bien después de un largo transitar.

Luego de haberlo pensado bien, no veo por qué debo estarme lamentando del tiempo, al contrario debería poner en práctica mis habilidades y avanzar hacia el crecimiento y la experiencia que me pueden brindar los años; porque la vida es lo suficientemente compleja como para venir a renegar de lo que nos espera.

Lo importante no es el hecho de envejecer, sino de hacerlo bien; a nuestra manera y sin dejar que los años nos transformen en un ser vacío y de escaso sentido del humor.

Permanecer siempre alegre y ocurrente sin dejar a un lado mis responsabilidades, es poder decir; que he tenido siempre “Una Eterna Juventud”…


Mientras posteaba, sonando: "Mi sueño" - Franco de Vita.

6 de noviembre de 2008

"Lo que marca la diferencia"




Hay quienes dicen que mi estado de ánimo es diferente, que se me nota un poco más alegre y sonriente. Los que dicen que he cambiado, sus razones tendrán. Yo por mi parte sólo puedo afirmar que todos tienen algo de certeza, que lo que dicen es verdad.

Claro que he cambiado, no soy la misma persona de antes.

Mi vida dio un vuelco, un giro totalmente completo, tal vez para bien o para mal, pero de lo que sí estoy segura, es que ahora soy diferente… Ya dejé a un lado a esa persona insegura, que tenía miedo a mostrarse al mundo y a dejar relucir sus cualidades y defectos, por temor a lo que dijeran los demás, ahora vivo mi vida tal cual quiero, trazo mis propias metas y defiendo mis convicciones. Estoy al tanto de que no todo en la vida es fácil, que para obtener las cosas que realmente queremos debemos trabajar mucho con coraje, tesón y dedicación, pero al fin y al cabo es nuestro ideal y alcanzarlo es lo más importante. Los golpes son los que nos hacen crecer, por ellos cambiamos realmente. Si no fuera porque me he tropezado infinidades de veces, tal vez aún fuera como antes. A lo mejor no habría cambiado mi perspectiva y manera de ver y encarar la vida. Cuando estamos pasando por esos desagradables momentos, nos sentimos abatidos e incluso renegamos a veces de nuestro propio destino, pero luego al superar esos obstáculos, comprendemos que realmente estaban allí para dejarnos una moraleja, una enseñanza.
Ahora, después que la tormenta pasó, agradezco a Dios por haberme permitido la oportunidad de crecer como persona y como profesional.

En esos momentos cuando sentí que el mundo se derrumbaba a mis pies, no pensé jamás que de eso sacaría el mejor de los provechos y que serviría como puente, como punto de partida para esta nueva marcha que he decido emprender.
Aprendí muchas cosas, tal vez más rápido de lo que estaba preparada; antes del tiempo, pero aprendí. Descubrí que la confianza no se debe confundir con la ingenuidad. Es bueno confiar en las personas, es vital; pero también es preciso percatarse de que no todos son lo suficientemente maduros para valorar este legado, y muchos incluso, nos desean mal. Es preciso quitarse la venda de los ojos y comprobar quiénes verdaderamente están allí para ofrecernos su amistad sincera y sobre todo leal, esa que no se empaña ni se agota.
Descubrí que la mejor manera de ser aprobada por los demás, era empezando por aprobarme a mí misma, que es totalmente imposible ser agradable ante otros cuando no soy capaz de agradarme yo.
Comencé por mostrarme tal cual soy y por dejar salir a flote todas esas cualidades que me caracterizan, desarrollé aún más mis habilidades y destrezas.
Encontré por fin después de tanto tiempo, mi verdad, esa que pienso defender a toda costa.
Aprendí a ser feliz con aquello que no puedo tener y a convivir con esas personas que opinan un tanto diferente a mí, que tienen creencias que incluso vayan en contra de las mías. Descubrí a un montón de personas que no sabía que existían, a otras que siempre estuvieron allí pero que ante mis ojos pasaban desapercibidas; hice nuevas amistades y fomenté aún más las que ya tenía. Entendí que todos tienen algo que enseñarnos y no es justo juzgar a los demás antes de conocerlos, a veces perdemos la oportunidad de hacer buenas amistades por no permitirnos conocer bien a esas personas. Amo más a Dios, Nuestro Creador y todas las maravillas que hace por nosotros, soy participe de su Sagrada Voluntad y su Inmenso Poder para hacer las cosas por nuestro bien. Ahora le otorgo mayor valor a esas pequeñas cosas que muchas veces suceden por alguna razón. Admiro más a quienes dan el todo por el todo por defender sus ideales y por alcanzar sus metas. Lucho con mayor énfasis por llevar a cabo todo lo que decido proponerme, mis metas ahora son incontables y me esfuerzo cada día más para obtenerlas.
Me siento orgullosa de todo lo que he logrado en tan poco tiempo.
Mi vida cada día es más social, estable y productiva.
No he perdido ese encanto para tratar a las personas, al contrario ahora está más desarrollado y mantengo esa jovialidad que siempre me ha caracterizado.
Adoro a mi familia por haber estado ahí cuando más los necesité y por mantenerse siempre al pie del cañón. Disfruto más de la vida y de esas detalles que nos llenan de satisfacciones y alegrías.
Vivo a plenitud los designios del amor. He dejado atrás la etapa de los imposibles, ahora pienso que podemos obtener lo que anhelamos, basta con proponérselo y trabajar duro para conseguirlo. Lo más importante de todo es no desistir hasta conseguir lo que anhelamos y mantenernos alerta sin decaer una vez lograda nuestra misión.
A pesar de que ahora mi tiempo es escaso, producto de tantos logros; porque me desempeño en varias ocupaciones, no permito hacer a un lado a esas personas que siempre han estado para apoyarme en todas mis decisiones y para alertarme cuando algo no me conviene, por eso disfruto al compartir amenamente con mis familiares y amigos. Me adapto a las situaciones adversas con mayor aceptación, comprendiendo que todo en la vida no siempre debe presentar el mismo color. Asumo mis retos y responsabilidades de manera honesta y madura. No creo en la suerte ni en el azar, considero que todo en esta vida ocurre por y para algo, no existe la casualidad. Estoy al tanto de que todo, absolutamente todo entra en el mundo de las posibilidades, por eso he aprendido a expandir mi mente e imaginación de manera que ya en esta vida, sencillamente nada me sorprende. Ahora no me cabe la menor duda, de que este cambio tan radical ha sido para mi bien y provecho. Creo haber aclarado a qué se debe el cambio global que le he hecho a mi vida, igualmente continuaré haciendo lo que crea conveniente y mejor para mí y todos los que integran mi entorno. Trataré en lo posible de seguir con este estilo de vida que he adoptado y que tanto me gusta, de esta manera me sentiré mejor conmigo y no me lamentaré en el futuro por haber dejado pasar esta maravillosa oportunidad que la vida me ha brindado…

Para culminar sólo me resta afirmar que son todas esas pequeñas cosas, esos errores cometidos, esos obstáculos superados, esas metas alcanzadas, esos desaciertos, ese transitar del día a día, los que al fin y al cabo… marcan la diferencia.
Mientras posteaba, sonando: " Dos extraños" - Equilibrio

2 de noviembre de 2008

"Contemplando el jardín ajeno"


Citando a Paulo Coelho:


"Da al tonto mil inteligencias, y sólo querrá la tuya, dice un proverbio árabe. Comenzamos a plantar el jardín de nuestra vida y, cuando miramos al lado, reparamos en que el vecino está ahí, espiando. Él es capaz de hacer nada, pero le gusta ofrecer ocurrencias disparatadas sobre cómo sembramos nuestras acciones, plantamos nuestros pensamientos, regamos nuestras conquistas.

Si prestamos atención a lo que él dice acabamos trabajando para él y el jardín de nuestra vida será idea del vecino. Acabaremos olvidando la tierra cultivada con tanto sudor, fertilizada por tantas bendiciones. Olvidaremos que cada centímetro de tierra, tiene sus misterios y sólo la paciente mano del jardinero puede descifrarlos.

No vamos a prestar atención al sol, a la lluvia y a las estaciones... para centrarnos sólo en esa cabeza que nos espía por encima de la cerca.

El tonto al que le encanta ofrecernos opiniones disparatadas sobre nuestro jardín, nunca cuida sus plantas..."



Y es entonces cuando yo me pregunto:

¿ Por qué empeñarnos siempre en prestar más atención a lo que opinan los demás acerca de lo que hacemos, lo que decimos, lo que queremos, lo que somos?
¿Por qué no actuar sin tanto problema, sin importar si le gusta o no a alguien más el curso que deseamos darle a nuestra vida?

Parece mentira pero hay tantas personas que viven por y para los demás.
Si a alguien no le gusta como me visto, como camino, la profesión que elegí, la pareja que tengo, mis amigos, mi estilo de vida, mi manera de enfrentar y encarar las cosas…

Si mi vecino (entiéndase vecino a todo aquel que forme parte de mi entorno, independientemente de donde viva) está en total desacuerdo con mi ideología, conmigo en general, es relativamente normal.

¿Y saben qué?
Me importa un bledo.
No dejaré de hacer lo que desee, ni perderé nunca mi esencia sólo por hacer feliz a quien está más pendiente de la vida de medio mundo, menos de la suya.

Pero reflexiono un poco y llego a la conclusión de que hacen falta esas personas.
Después de todo, son necesarias. Porque sin saberlo, ellos contribuyen (además de a la molestia de inmiscuirse en todo) a que como personas de libre pensamiento y acciones, crezcamos más. Nos demos la tarea de automotivarnos a salir cada día más adelante para demostrarles a ellos y a nosotros mismos que no sólo somos los dueños de nuestros pasos, sino que aunque a veces los demos en falso, la mayoría del tiempo pisamos firme, con convicción, porque estamos seguros de lo que somos y queremos, y no aceptamos que venga alguien más a imponernos un estilo de vida distinta a la que anhelamos.

Sucede que los vecinos a veces no entienden que sus ideas lejos de ser importantes son abrumadoras. Aunque se dan casos contrarios.
Por ejemplo, ¿qué pasa cuando es nuestra madre por ejemplo la que quiere darnos miles y miles de ideas de cómo vivir nuestra vida? Obviamente nosotros elegimos cómo hacerla, pero tampoco es que no importen sus opiniones, al contrario, importan y mucho. El asunto es que de nosotros dependerá qué consejos y alternativas podemos optar, pero siempre y cuando notemos que no va en contra de lo que deseamos porque sino sucedería exactamente lo que se trata de evitar: QUE OTROS DECIDAN POR TI!!!

Padres, hermanos, amigos, pareja, compañeros; jefes, vecinos en general, se les agradece muchísimo que se preocupen por mi, que mi vida les importe, que deseen lo mejor para mi (algunos), que traten de contribuir dando alternativas, puntos de vista; pero honestamente, cada quien es libre de escoger lo que crea conveniente y si existen diferencias de opiniones, es válido, no todos pensamos igual. Cada ser es distinto y en parte semejante a los demás, por eso cada quien se debate en la conducción de su vida.
¿Que nos equivocamos a veces? Todos lo hacemos, nadie es perfecto. Pero somos libres, independientes de vivir como lo deseemos.

Porque si bien es cierto que algunos opinan de más por nuestro bien, también lo es que otros lo hacen por el caso contrario, simplemente para fastidiarnos la vida a más no poder.
Entonces independientemente de las situaciones y para evitar posibles desacuerdos y disputas, digo: STOP!!!

NO A LOS ENTROMETIDOS!!!

VECINO, ENCARGATE DE TU JARDÍN, QUE YO ME OCUPO DEL MIO…!!!