17 de enero de 2013

La educación en la era de las fotocopias (II)


El 15 de enero se celebra el Día del Maestro en Venezuela, y en Los Desenfocados seguimos profundizando, tal y como lo hicimos en la primera parte de éste tema polémico, pero necesario, enfocado en la enseñanza y la importancia que tiene para la sociedad, la existencia de docentes decididos a aportar verdadero valor en su labor de mentores, adaptándose a nuevas estrategias que faciliten y mejoren el proceso de la educación

No todos se gradúan y asisten a una universidad, y de los que logran hacerlo, una gran parte llega a esa nueva etapa con increíbles faltas ortográficas, similares a las que se le permiten a un niño que cursa tercer grado de primaria. Muchos son incapaces de hacer un análisis, realizar un resumen, desarrollar una monografía, y les aterra tener que defender un tema o prepararse para una presentación. Entonces, volvemos a las fieles fotocopias. Sí, porque resulta que en la universidad es donde abundan las fotocopias, empleadas como material imprescindible para que un docente dicte su cátedra.




No importa si se trata de gramática, historia, cine, fisioterapia, física; en todas las carreras, la educación va de la mano de las fotocopias, y la mayoría de los trabajos que entregan los jóvenes estudiantes, llevan el sello “Wikipedia”, que tampoco es tan grave, lo triste es que no muestran interés en indagar, en verificar que dicha información es correcta.

Algunos adoran leer, otros no, por eso esa técnica de las fotocopias que por lo general obliga a una lectura aburrida, no resulta ser una estrategia fiel. Pero muchos son buenos escuchando, observando, incluso hablando. Es interesante cuando los docentes usan la fotografía y el video como recurso didáctico, cuando los alumnos siguen una serie de imágenes mientras el profesor se enfoca en su explicación, dejando en evidencia sus conocimientos, y sus habilidades para impartir la clase como todo un experto, captando total atención de sus estudiantes, que seguramente aprenderán más con eso, que con la ruma de hojas fotocopiadas.

El trabajo de campo, la profunda investigación y las asignaciones prácticas, son elementales para que el alumno realmente aprenda y para que el docente domine la clase con profesionalismo. Las redes sociales juegan un papel fundamental dentro de la educación, y algunos maestros aún no se dan la oportunidad de emplearlas como herramienta clave en el proceso de formación académica, pero ya hablaremos de eso en una nueva entrada.




Todos los elementos cuentan

Éste es el punto: Seguirán reinando las fotocopias, pero necesitamos más instructores que piensen en otras estrategias, que desarrollen nuevos métodos, que sean capaces de impartir su clase desde la experiencia, argumentando incluso lo encontrado en textos célebres. Precisamos más presión para los alumnos que se conforman con copiar trabajos de la web, sin tomarse la molestia de hacer una verdadera investigación, sino que optan por lo primero que les arroja el motor de búsqueda. No se trata de ser tiranos, sino de desempeñar a cabalidad el papel de mentores, y aportar verdadero valor a su labor en el proceso de enseñanza. El sistema cuenta con muchos profesores complacientes, anhelamos catedráticos decididos a educar, a generar contenido de calidad en pro del desarrollo del aprendizaje pleno, a aportar valor.

Estamos urgidos de alumnos críticos, que no se conformen con lo que les dice el profesor, que se cuestionen todo, que sean capaces de ir por más, indagar hasta convencerse o sacar sus propias conclusiones, que lean, escriban, pregunten, propongan ideas y alternativas, que sean activos en su rol de estudiantes, y se muestren dispuestos a adquirir más conocimientos del que encuentran en las aulas.

Exigimos padres preocupados por la educación de sus hijos desde el jardín de infancia, que comprendan que los principales involucrados en ese proceso, son ellos, y no se comporten como ciegos y sordos cuando de ayudarles se trate.

Cada persona tiene la responsabilidad de decidir si quiere una verdadera educación, o si lo único que espera es un diploma que demuestre que pasó por una institución educativa, pero si realmente esperamos una mejor sociedad, todos los elementos cuentan, y definitivamente, la educación es el factor más importante.

15 de enero de 2013

La educación en la era de las fotocopias (I)


Aprovechando la fecha 15 de enero, y celebrarse el Día del Educador en Venezuela, decidí abordar un tema que tal vez pueda resultar polémico pero necesario.
Si hay una profesión realmente necesaria, indispensable, sin lugar a dudas, es la docencia. Nada en la vida tiene tanto significado e importancia como el hecho de ser educado, y en esto hay que dejar claro que no se trata de depositar toda esa responsabilidad en las instituciones o en el docente, la educación viene de la casa. Los colegios y universidades tienen la función de formar, y sin ánimo de ofender, algunos simplemente no cumplen con ese rol, al menos no como deberían.
Cada año, miles de niños ingresan al jardín de infancia, donde desarrollan habilidades psicomotoras, además de lo que aprenden en casa o en la tv. Absorben todo como una esponja, algo que en cierta forma puede ser positivo, y a la vez, resultar un tanto negativo.
Al llegar al colegio comienza una etapa más compleja de aprendizaje, en la cual son preparados para defenderse en el bachillerato, ciclo de gran importancia.
Es justamente en el bachillerato, donde los jóvenes aprenden a valerse de asombrosas excusas para evadir asignaciones, y donde muchas veces los docentes son causantes de eso, y los padres se comportan como apoyadores, ignorando la realidad del proceso educativo de sus hijos, por falta de interés.

                            







En una era donde las fotocopias y las tareas robadas de internet, son la norma, los docentes deberían desarrollar mejores estrategias de educación.

 A los alumnos se les debe enseñar a realizar análisis en caliente, evitando dejar tregua al plagio y al facilismo, pero qué se puede esperar, si la mayoría de los docentes extraen su contenido de portales web, o se abrazan a una fotocopiadora para trabajar basándose en material que encuentran, muchas veces obsoleto. Otros acuden a sus aulas con el libro que consideran poseedor de la verdad, y se les va la clase leyendo las páginas de dicho ejemplar.

No tengo nada contra eso, pero hoy como Día del Maestro en Venezuela, me pareció la ocasión perfecta para expresar mi punto de vista. Lo que no apoyo es que algunos de lo que tienen el rol de educarnos, nos nieguen la oportunidad de nutrirnos con sus conocimientos de forma franca, sin guiarse por lo que está en una copia o lo primero que encuentran en un buscador web.

Se supone que los docentes se prepararon lo suficiente para ejercer esa maravillosa profesión. Claro que pueden apoyarse en esos recursos, pero es inaceptable que sea la única herramienta para desarrollar su metodología.





 El tema es largo, por eso he decidido dividirlo en varias entradas, sin embargo, no todo es crítica. Existen muchísimos docentes que nos han inspirado en la vida, no has inculcado grandes valores y han servido de apoyo en más de una oportunidad, al punto de convertirse en personas importantes en nuestra vida, porque estoy segura que más de uno tiene un maestro en especial que recuerda con cariño y admiración. Yo tengo algunos, y cuando por simple casualidad me encuentro con ellos, no pierdo la oportunidad de compartir un café y nutrirme de esos conocimientos y habilidades que los hacen sobresalir del montón.
La educación es más que una profesión, enseñar no debe ser visto como un simple trabajo y nada más, no olviden queridos profesores que de ustedes depende gran parte de lo que ocurre en nuestra sociedad.
Hoy es 15 de enero, Día del Maestro en Venezuela, así que para los buenos educadores, los grandes e ilustres docentes, ¡felicidades!

No dejes de leer la continuación del tema: "La educación en la era de las fotocopias (II)".