¿No les pasa que hablan con
alguien acerca de un tema en particular que puede no tener absolutamente nada
que ver con lo que tienen en mente para desarrollar una estrategia creativa, y termina
aportándoles grandes ideas? Es parte de
la cotidianidad y el poder de la innovación que muchas veces viene de la mano,
sin que lo notemos.
Las grandes ideas surgen de la
manera menos esperada, de los momentos más extraños y situaciones insólitas. No
siempre tenemos que forzar una idea creativa e innovadora para que termine floreciendo, a veces, es
cuestión de relajarse y disfrutar de un buen café y una compañía especial.
En entradas anteriores, he
hablado de lo que aportan los comentarios en nuestro blog. No me cansaré de
repetirlo, porque como bloggers, comprendemos que los comentarios no sirven únicamente
para inflarnos el ego y decir que nos leen, sino para conocer lo que tienen que
decir quienes dedican unos minutos de su tiempo a seguir las entradas que
publicamos y terminan aportándonos gran material con sus opiniones. ¡Hay que escuchar
a la audiencia! Y si hacemos uso de sencillas pautas de planificación, siempre tendremos en mente alguna
estrategia que genere ideas para escribir un post.
A veces nos estancamos o
bloqueamos en el proyecto que tenemos en marcha, por falta de creatividad, de
un empujoncito oportuno que nos haga retomar la marcha, o que nos motive a
cambiar por completo la idea inicial para enfocarnos en algo distinto que puede
resultar mejor. La inspiración está a la vuelta de la esquina, sólo es cuestión
de estar preparados para que nos sorprenda. ¡Hasta para lo inesperado, hay
que estar pendiente! Incluso los niños, saben que de cualquier momento y
material, pueden surgir grandes cosas, sólo es cuestión de abrirnos a la
creatividad. Te sorprenderás de todo lo que he aprendido de un niño de 5 años.
Inspiración
e innovación
mediante la interacción
mediante la interacción
Lo fundamental es
relacionarnos con personas creativas, inspiradoras, con ese tipo de gente que
siempre tiene un tema de conversación, que logre motivarnos. Eso no quiere
decir que no podamos inspirarnos en medio de una fila del banco, o en semáforo
en rojo, el asunto es que hay formas de tener una inspiración segura y quienes
son divertidos, enfocados y despiertos, son precisamente los mejores focos de
motivación. Algo genial saldrá de esa conversación: posiblemente una gran idea de negocio para emprender, un proyecto innovador, o simplemente la certeza de tener un
encuentro ameno. Debemos rodearnos de gente positiva y carismática, de esa manera cada día tendremos más
motivos de inspiración.
No podemos perder la
oportunidad de conocer nuevas personas y de relacionarnos con quienes posean
talentos y actitudes distintas a las nuestras. Seguramente podremos aprender
muchísimo de ellos, y a su vez, darles la oportunidad de conocer algo nuevo. El
conocimiento es potencia, y debe fluir, circular para que tenga sentido.
Siempre hago énfasis en laimportancia de conocer al cliente cuando nos interesa vender. En esta entrada,
no pasaré por alto tal aseveración, precisamente porque en medio de una
conversación cualquier, pueden surgir ideas que inspiren y estrategias para la
consolidación de una venta, o simplemente, enriquecer mejor la relación que ya
poseemos con ese aliado comercial.
Muchas personas le restan
importancia a las relaciones interpersonales, y no saben lo valiosas que pueden
resultar. ¿Existe algo más natural y necesario que la comunicación?
Aprovechemos lo elemental y atractiva que puede ser. Es cuestión de intentarlo. Hay que hablar, escuchar y comunicar para conquistar.
Y para que no quede dudas de
que efectivamente, las buenas conversaciones aportan grandes ideas, nuevos
proyectos y esta entrada, surgieron gracias a una de las acostumbradas e
inspiradoras tertulias que tengo con uno de mis followers/followings más
cercanos de Twitter, con quien además, guardo una relación comercial.
Lo esencial es salir del
empeño de rebanarnos los sesos pensando en alternativas e ideas que muchas
veces llegan solas, y de maneras más amenas y sociales, no precisamente en la
intimidad de un recinto cerrado, mientras forzamos la vena creativa que debe
ser genuina y libre, como cualquier forma de expresión.
PD: Cuéntame de esas grandes ideas
que surgen cuando menos lo esperas, mientras conversas con un familiar,
amigo, conocido, cliente. Hablemos de eso en los comentarios.